Así me lo enseñaron en la universidad. Esta frase es la enemiga número uno de la innovación.
Algo tiene nuestro sistema educativo que genera esta soberbia y confort en sus estudiantes. Así lo aprendí. Así debe hacerse y seguirse haciendo.
Si algo nos da miedo, es la incertidumbre.
El así me lo enseñaron en la universidad, no da una falsa ilusión de control. No hay incertidumbre. Sabemos cómo. Pero lo que sabemos es cómo se hacían las cosas cuando estábamos en la universidad. Si han pasado 20 años desde entonces, estamos en la ignorancia y la incertidumbre, y no nos damos cuenta de ello.
Así me lo enseñaron en la universidad hace al profesionista temeroso de nuevos conocimientos, temeroso de la innovación, porque esta no nos la enseñaron en la escuela. Amén de aceptar otros conocimientos. Se abre el abismo de la incertidumbre.
Pero qué pasa cuando no hay opción? Qué pasa cuando lo que nos enseñaron no resuelve o no alcanza para resolver los problemas que enfrentamos en la actualidad? ¿Nos seguiremos refugiando en la seguridad que da esta frase mientras cerramos los ojos y las puertas a la innovación que necesitamos?
Se requiere esfuerzo para aprender. Ser requiere valentía para desaprender y volver a empezar otra vez.
Nunca fui un gran fan del circo, sin embargo, recuerdo que muchas veces me llevaron en mi infancia. Cuando llegaba el circo a la ciudad, uno se enteraba porque hacían un desfile por las avenidas principales, mostrando a los animales que en este tiempo eran la atracción: elefantes, tigres, leones, jirafas.
Hoy los tiempos son otros. El circo no es solo un espectáculo casi olvidado sino mal visto. La conciencia sobre el abuso animal ahora prohíbe estos eventos y hace que la gente les guarde una percepción negativa, totalmente contraria a la de otras generaciones.
Recientemente llegó un circo a mi ciudad, San Luis Potosí. Me enteré porque vi sus instalaciones, de gran producción, profusamente iluminadas, cerca del distribuidor vial Juárez, del que he escrito con anterioridad. Pareciera que la bestia se rehúsa a morir y que quisiera dar la apariencia de estar más viva que nunca, pero su suerte está echada. ¿Cómo lo sé? Hicieron un desfile, donde exhibieron, en vez de los animales cautivos de otras épocas, burdos modelos a tamaño real en camionetas pick-up decoradas.
Esta acción raya en lo absurdo. Una cosa es la resiliencia y la perseverancia, otra muy diferente es la necedad. Solo se mantiene la vida evolucionando y adaptándose, no negándose a cambiar.
Si tú eres la persona más inteligente de la habitación, eres un idiota.
Pablo Zubieta
En algún momento del 2016, estaba en mi oficina y me di cuenta de que la taza en la que me servía mi bebida tenía cerca de 14 años, así que le tomé una foto y la subí a Facebook. De inmediato la persona que me la había regalado, Pablo Zubieta, comentó el post y no solo eso, ¡me envió una nueva taza desde Monterrey!
Pablo es mi maestro, amigo y mentor. Director de la agencia de mercadotecnia Markcomm de México, Doctor en filosofía, mercadotecnia y comunicaciones por la universidad de Navarra, apasionado de la vida, autor del libro Felicidad Profesional – Logra la mejor versión de ti y de frases llenas de sabiduría que publica continuamente en Linkedin, llamadas verdades universales del marketing y de la vida, una de ellas, la número 78, es con la que abrí este post.
Conocí a Pablo en el 2002, en una circunstancia incómoda. Yo estaba al frente de la mercadotecnia de la empresa donde trabajaba, cuando me dan la noticia de que se había contratado una agencia externa y que vendrían la próxima semana. Debo admitir que mi primera reacción fue de recelo. Afortunadamente decidí sobreponerme a esa sensación mezquina y recibí a la empresa con la mente abierta. Pablo me cayó bien desde la primera impresión. Mostró su método de trabajo, hizo preguntas muy atinadas y finalmente, presentó una propuesta que implicaba colaboración de ambas partes. De inmediato entré en el juego.
Verdad número 11. Admitir que te has equivocado es signo de grandeza de espíritu y genera siempre la buena voluntad necesaria para un nuevo comienzo.
Pablo Zaubieta
Mi gran pasión siempre ha sido el marketing. Pablo contribuyó, con sus conocimientos, a que mi amor creciera aún más. Pablo es generoso, enseña a manos llenas. Incluso fue mi asesor externo en mi tesis de maestría.
Verdad número 32: Habrá cosas que tú crees hacer excepcionalmente bien, aunque no es así. Preguntar es mejorar.
Pablo Zubieta
Pablo es un gran amigo. Se que siempre que tenga una duda, puedo recurrir a él y hará un espacio, igual de generoso, para atenderme.
Verdad número 53. No todos los años son buenos años, ni todos los días buenos días, pero siempre hay que dar los buenos días.
Pablo Zaubieta
Después de una exitosa colaboración con la empresa donde trabajaba, que duró varios años, Pablo me invitó a participar en algunos de sus proyectos. A veces, todo fluyó, a veces no logramos entendernos. Pablo es riguroso y extraordinariamente exigente. Siempre confió en mí y por lo mismo siempre me exigió hasta el límite. Su pensamiento es invariablemente preciso y a la vanguardia.
Verdad número 44: Mejor que ir adelante, es ir adelantado.
Pablo Zaubieta
Finalmente, Pablo me invitó a trabajar con el como parte de su agencia. Debo admitir que, cobardemente, decliné su propuesta. En ese tiempo veía las circunstancias de mi vida como muy poco propicias para mudarme a Monterrey y comenzar la aventura que me proponía. Aún recuerdo sus palabras: No puedo pagarte más que esta cantidad, que se que no es suficiente, pero estoy seguro qué, después de un año, te podrás ir a empresas más grandes. Yo te ayudo.
Verdad número 3: Si tú no crees en tu producto, nadie creerá en ti.
Pablo Zaubieta
Pero Pablo siguió creyendo en mí. Estimados amigos, he sido bendecido por contar con la amistad y mentoría de Pablo Zubieta, y de muchas más grandes personas en mi vida.
Con este post quiero dar gracias a Pablo, mi querido mentor, así como a mi abuelo Fausto, a Felix Beltrán, Migue Gómez, Carla Santana, Florencio Pérez, Ricardo Hernández. Gracias por la huella que han dejado en mi alma.
Dicen que “cuando el alumno está listo, el maestro aparece”. Creo firmemente que parte de la misión de cada uno es devolver algo de lo que nos han dado. Ahora me corresponde a mí, nos corresponde a nosotros, que hemos tenido la fortuna de haber tenido mentores, a serlo para alguien más. Les invito a que estemos alertas, con los brazos abiertos, dispuestos a arropar a aquellos que necesitan de nuestros conocimientos, nuestros consejos, nuestra guía y amistad.
Verdad número 41: Nunca sabrás cuándo tendrás que estar listo. Más vale estarlo siempre.
Toda mi vida he sido un líder. no lo digo en son de presunción, Sino con la humildad de saber que después de 48 años como líder no estoy en el nivel en el que quisiera y debería estar.
No tuve hermanos, pero fui el primero de mis primos, al menos en mi ciudad de origen. Con 5 de ellos, provenientes de la familia de mi madre, eran con los que más frecuentemente convivía en mi infancia. No solo era el de mayor edad sino el que dirigía la acción. Organizaba la construcción de escondites secretos, y maniobras de espionaje y de combate, como en una comida familiar en que declaré la guerra la casa de los vecinos de mi tía. Dirigí un bombardeo con piedras rompiendo vidrios y causando varios daños. Después del consabido regaño, organicé una segunda ofensiva, esta vez incluyendo la manufactura de bombas de botellas vacías de Coca-Cola rellenas con lodo. Desafortunadamente, nos descubrieron probando el poder destructivo del arsenal antes de lograr la victoria definitiva. Otro regaño más.
En fin. No es de regaños ni de juegos infantiles de lo que trata este post, así que hagamos que esto sea de utilidad. Hablemos de los estilos de liderazgo, la razón por la que me hice la pregunta: ¿Cómo es mi liderazgo? Y trajo estos recuerdos. Recordando, encontré concordancias que no había notado antes, que me ayudaron a entenderme mejor como líder. Espero provocar lo mismo en ti.
Pasando por la política estudiantil en la preparatoria, la época que propulsó mi liderazgo vino cuando cursaba la maestría. Compartir mis conocimientos me gustó tanto que di varias clases, fuera del programa de estudios a mis compañeros. Había encontrado mi vocación: la enseñanza. Una parte predominante en mi liderazgo es el estilo de instrucción, que prepara a las personas desarrollando sus habilidades.
Creé y dirigí la agencia de publicidad Enfoque Estratégico. También trabajé como diseñador independiente, hasta que entré a la empresa de lácteos Carranco, donde dirigí su marketing, la publicidad e imagen. Aquí desarrollé el segundo rasgo de mi estilo de liderazgo: el autoritario, que se centra en el largo plazo. Para los últimos años de gestión, tenía ya rasgos de marcador de ritmo: comencé a desarrollar líderes.
Los años de experiencia y aprendizaje, me permitieron sumar más rasgos: democrático, que busca la toma de decisiones en conceso. Innovador, que alienta la visión a futuro, afiliativo, que se centra en el trabajo en equipo, que en este momento es mi mayor interés, y altruismo que busca satisfacer las necesidades individualizadas del equipo. En la prueba de estilos de liderazgo de Toastmaters, solo tengo una diferencia de 5 puntos en siete de ocho estilos. Puedo deducir que mi camino de vida y gusto por aprender han logrado darme versatilidad. En el momento actual de la vida de cada persona existe ya un estilo de liderazgo, o varios y siempre se puede aprender y desarrollar más.
De los ocho estilos de liderazgo, el más incipiente en mí, es el burocrático, el cumplimiento riguroso de las reglas, porque va totalmente en contra de mi esencia. Además de la esencia, he destacado la importancia de la vocación para el desarrollo del liderazgo. La última gran pieza es la misión personal. Tras la venta de Carranco, vino otro hito. 17 años se convirtieron en un cheque raquítico y nada más. En esos días vi un meme que mostraba un hombre bajando de un auto deportivo. El texto decía: ¡Qué bonito auto, jefe! Lo sé, y si sigues trabajando muy duro, el próximo año me compraré otro igual, dijo el patrón.
Desde entonces encontré mi misión: Luchar contra el estilo de vida en el que había caído por tanto tiempo, llamado popularmente vida Godín, la esclavitud moderna, sin liderazgo ni crecimiento verdadero, es mi meta y uno de los valores de mi empresa.
Para muchos autores, liderazgo es influencia. Para mí, es inspiración y desarrollo de aquellos que están a tu cargo. Desde que vi ese meme, procuro inspirar a aquellos quienes enseño y dirijo a no vivir el ciclo interminable y sin propósito del mundo Godín. Los insto a que busquen una alternativa mejor para cada uno de ellos, a que hagan un plan, que busquen su propio desarrollo antes que el de aquellos para quienes trabajan. Estimados amigos, encontrar una misión ayuda a ser mejor líder, y por ello, los exhorto a encontrarla, si no lo han hecho ya, pues estoy seguro, que con ello sus estilos de liderazgo crecerán. Caminemos en pos del crecimiento, del desarrollo de nuestro estilo de liderazgo, recordando las palabras de Nelson Mandela: “Todo parece imposible hasta que se hace”
Hay una escena en la película El club de la pelea en la que los protagonistas discuten sobre con qué personaje les gustaría pelear. Ghandi, dice el narrador, protagonizado por Edward Norton. Lincoln, dice Tyler Durden, protagonizado por Brad Pit. Desde la primera vez que vi esta película, esta idea me llamó la atención. ¿Qué pasaría si uno pudiera interactuar, ya no peleando, sino tener una simple conversación, con un personaje del pasado?
Mucho tiempo después descubrí que esta no era una idea nueva, en el libro piense y hágase rico de Napoleón Hill, el autor ´recomienda una técnica de visualización para solución de problemas llamada los consejeros invisibles, que consiste en imaginar una sala de juntas en donde se han reunido personajes históricos. Hill señala que, durante mucho tiempo, “organizó en su mente estas reuniones en las que citaba a Emerson, Paine, Edison, Darwin, Lincoln, Burbank, Napoleón, Ford y Carnegie”, mientras él actuaba como presidente del gabinete.
“Yo convocaba a los miembros de mi gabinete para que me transmitieran el conocimiento que deseaba adquirir, dirigiéndome a cada uno de ellos. Mi método de dirigirme a los miembros de mi gabinete imaginario variaba, de acuerdo con los rasgos de carácter que yo estaba más interesado en adquirir en aquellos momentos. Estudié todo lo que se sabía de sus vidas, y lo hice con minucioso cuidado. Después de algunos meses de haber empleado este procedimiento nocturno, me sentí asombrado al descubrir que estas figuras imaginarias se convertían en aparentemente reales.” De esta manera, bajo la tutela de sus “consejeros”, Hill pudo conducirse de una manera más sabia y tomar mejores decisiones. Debido a lo extraño de esta práctica, confiesa también que nunca había hablado de su técnica con nadie, hasta que decidió incluirla en su libro.
Posteriormente, Vishen Lackiani, el autor del libro El código de las mentes extraordinarias, retomaría esta técnica, como una herramienta que favorece el desarrollo de la intuición, recomendando realizarla con un número más pequeño de integrantes, eligiendo un líder espiritual, un personaje ficticio, un empresario y un ícono actual, que fungirán también como un gabinete de asesores en la toma de decisiones. Pensar, qué haría esta persona si estuviera en esta situación, puede dar la claridad necesaria para tomar la decisión correcta, especialmente si se tienen las cuatro perspectivas mencionadas.
Realizar la técnica requiere entrar en un estado meditativo que puede llegar a ser complicado, especialmente si no se tiene experiencia en meditación, por lo que sugiero, antes de intentarla, imaginar una situación más cómoda e informal. ¿Qué pasaría si tuvieras oportunidad de tomarte un café con un personaje que admires?
Uno de mis maestros, Migue Gómez, en alguna ocasión refirió una anécdota sobre uno de sus alumnos en un curso al que asistí. Esta persona se encontraba en un congreso en donde uno de los ponentes era el ing. Carlos Slim. Por azares del destino, antes de esta ponencia, se dirigió al baño, donde para su sorpresa, se encontró al mismísimo Carlos Slim. Pensó para sus adentros: ¡tengo que preguntarle algo! Así que de su boca salió lo primero que se le ocurrió: ¿Cuál es el secreto de su éxito? A lo que el magnate respondió: estar permanentemente incómodo, mientras abandonaba el baño con cierta premura e irónicamente, incómodo.
Esta breve respuesta implicó una gran enseñanza. Estar permanentemente incómodo, es decir, procurar estar continuamente fuera de la zona de confort, es para Slim la razón de su éxito.
Qué pasaría si pudieras hacer una pregunta igual de poderosa a Sócrates? O a Alejandro Magno? O a Maquiavelo? Aquí radica la idea de este post. Para crecer como persona, puede ser una gran idea estudiar la vida de grandes personajes, lo suficiente para que se pueda tener esta conversación imaginaria con alguno de ellos y poder exponerle tus planes y tus sueños y preguntarle, entre sorbo y sorbo de café, ¿Qué haría para llevarlos a cabo, si estuviera en tu lugar?
Esta es mi lista de los 5 personajes con quienes de buena gana me tomaría un café:
¡Siéntense! Así les digo siempre a mis dos perritas. Nunca hacen caso a esa orden. No he sabido enseñárselas. Como entrenador de perros, soy bastante empírico. Cuando pandora, mi poodle, llegó a mi casa, hace 10 años, era una pequeña bola de pelo. Le puse así porque adoptarla, fue como abrir la caja de pandora. Abrí mi puerta al desorden, al rasguño, al desagarro, a basura esparcida en busca de comida. Enseñé a la pequeña cachorra a subir y bajar la escalera como hace un líder. Con el ejemplo, a cuatro patas. Con el tiempo, su ímpetu destructor pasó, aunque aún hace travesuras de vez en cuando. Dos años después llego Pepper. Como la pimienta negra, era una cachorrita intensa, entrometida, posesiva. Subió y bajó la escalera sin ayuda ni muestra. Cuando uno añade pimienta a un platillo, automáticamente domina. Pepper es así. Su madre también es french, pero su padre desconocido, tal vez fue salchicha. Peper tiene un brillante pelaje negro y ralo. Es nerviosa e impulsiva. Ahora es la destructura. Cuando pasa un perro frente a la casa, Pandora le ladra, Pepper se desquita sin piedad con los cojines de la sala. Come deprisa, casi sin disfrutar la comida. Pandora, por el contrario, la saborea, se toma su tiempo. Es más observadora, actúa después de meditar las cosas. Me veo reflejado en ellas. Son mi ying y mi yang. Hay veces que pienso, me estoy comportando como Pepper y debería ser más pandora y viceversa.
Aunque no pueda decir que he sabido educar a mis perritas, convivir con ellas me ha hace llegar a interesantes reflexiones sobre liderazgo. En esta ocasión, compartiré reflexiones sobre tres elementos clave de acuerdo la perspectiva de uno de mis autores favoritos, john Mawell que me han reafirmado mis perritas.
Los domingos, hacemos senderismo en la cañada del lobo, un paraje cerca de mi ciudad natal, San Luis Potosí. Según el escritor, líder debe ser ejemplo de conocimiento del área donde se desempeña la organización. Esta es su ley del terreno firme. Cuando subimos por los cerros, Pepper va al frente. Pandora siempre en la retaguardia. Comprobé hace mucho que es cierto que el ritmo del equipo lo pone el miembro más lento del grupo. Es Pandora. Pepper, siempre impulsiva, siempre jalando. No sabe a dónde va, pero tiene que llegar ahí pronto. Pepper pretende dirigir, pero busca solo sus propios fines. No sería una líder adecuada. Como responsable de la suerte de los tres, estoy consciente que corro riesgos, nos internamos mucho en esos cerros solitarios. Si sufriera una caída, podrían pasar días para que nos encuentren. Aprendí a observar el terreno, a identificar piedras sueltas, evitar senderos resbalosos, a siempre ir con una ruta establecida.
También siempre hay que tener la flexibilidad para hacer cambios en el plan. El camino recto a veces tiene más obstáculos y algunas veces es más fácil llegar a la meta rodeando por el flanco. Tengo que cuidar a los miembros de la manda, de sus ímpetus o de sus limitaciones.
Pepper es muy impulsiva. Si ve un caballo o un toro, quiere acercarse más de lo prudente. Tengo que cuidarla de sim misma y tengo que cuidarnos de sus arranques. Por eso nunca la llevo sin cadena. Pandora con frecuencia se espina, por su pelaje enmarañado. Tengo que ir al tanto de su paso, he aprendido a saber si va cojeando sin siquiera voltear la vista. Paramos, le quito las espinas o abrojos, seguimos el camino. Las primeras veces se cansaron mucho. Ahora son mucho más resistentes. Siempre llevo agua, botiquín de primeros auxilios, repelente de insectos, aplico la ley de la navegación de Maxwell. A veces me arriesgo de más. Me gusta el ascenso y a las perras también. Hay que esperar a Pandora. De pronto, no puede subir, hay que cargarla. Para que no se atenga, la animo a que lo haga sola. Lo logra en algunas ocasiones. Pepper antes trataba de seguir, jalaba su cadena. Ahora ha aprendido a ser paciente cuando hay que ayudar a su hermana.
Escalar es siempre peligroso. Reviso cada piedra, me aseguro de estén firmes. Recuerdo que en los negocios siempre se debe validad antes de tomar decisiones. Uso el bastón para apoyarme. Llegamos a la cima elegida. Tomamos agua. Suelto a Pandora. Ha aprendido a caminar a mi lado, sin cadena. Confío en ella. En una ocasión, Pepper se liberó del arnés. Fue un problema recuperarla, corría y no se dejaba alcanzar. Esta última vez, cuando vi el momento propicio, la solté durante un tiempo y al llamarla para volver a enganchar su cadena, obedeció. Eso hace el líder, va empoderando poco a poco, en el momento indicado. Después de ascender, viene la hora de bajar. Nuevamente busco el terreno firme y voy alentando a pandora, dirigiendo a Pepper. Mi manada confía en mí, y confío cada vez más en mi manada porque la veo crecer, adquirir resistencia, mejorar y aprender en cada nuevo viaje. Esta vez, dejé que Pandora guiara una parte del camino de regreso. La que siempre va atrás, iba adelante, sabía a dónde iba, tomó sus propias decisiones, volteaba de cuando en cuando, asegurándose que la seguíamos. Está lista. La ley del legado de Maxwell, haciéndose presente. Prepara a tus subordinados para que algún día puedan dirigir la jornada.
Para terminar esta charla, deseo destacar que uno puede encontrar aprendizaje en casi cualquier actividad, si tiene una mente creativa y abierta. Les invito, amigos míos a leer sobre grandes temas como el liderazgo, y a mantener los ojos abiertos para ver cómo estos conocimientos aplican y se confirman en cada una de nuestras actividades. Esta actitud nos mantendrá siempre en constante crecimiento, de tal manera que como dice el dicho, si llega el día que nos echen a los perros, ¡Volveremos liderando la manada!
Estimados lectores, ¡he regresado a este blog! No había publicado nada desde el 2019. Espero los nuevos contenidos sean de su agrado. El blog será ahora más variado, han pasado muchas cosas desde la última vez. Veremos qué pasa. Espero podamos ir juntos en este nuevo camino.
En esta ocasión, les pido que cierren sus ojos un momento. Piensen en su infancia. ¿Qué es lo que más deseaban cuando eran niños? ¿Un juguete?, ¿Una consola de videojuegos? ¿Un trofeo? ¿Qué pasaría si pudieran lograr aquello que tanto desearon aquí y ahora? ¿Cómo sería? Píntenlo en sus mentes. ¿Cómo se escucharía?
En mi caso, se escucharía así:
Debo aclarar que el sable de luz que tengo en mente no es una fantasía y tampoco es un juguete, es un arma de deporte de contacto, de policarbonato de grado balístico, capaz de romper casi cualquier hueso humano. Si, tal cosa existe.
Desde niño, me encantaba Star Wars y cualquier historia donde hubiera espadas. Nunca tuve un sable de luz de juguete, pero siempre había algún palo y mucha imaginación. Aún conservo fotos de mi sexto cumpleaños, empuñando una Excalibur de plástico, con mi disfraz del rey Arturo. ¿Quién diría que más de 40 años después, comenzaría a competir y luchar con esta noble arma para tiempos más civilizados?
Hace unos meses encontré este submundo de aficionados al combate con sable. Todos los fines de semana doy temple a mi cuerpo y mi mente entrenando técnicas de esgrima medieval y kendo con sables de luz de Star Wars. Lo mejor de dos mundos fantásticos en una sola disciplina. No lo duden, se pelea con guantes y casco de seguridad pues de no asumir precauciones, uno podría salir seriamente lastimado. Como cualquier arte marcial, la esgrima brinda un mejor conocimiento de sí mismo, mediante el autocontrol, el método, el dominio del miedo, la defensa y el ataque.
Comparto esto con Ustedes para que conozcan más de mí, que sepan que si algo puede definirme es que soy una persona en constante aprendizaje y que, si algo me apasiona, voy a volcarme a ello. Y que me gusta golpear gente blandiendo armas.
Mucha gente se acerca a pedir informes cuando entrenamos. Se llenan de entusiasmo, pero pocos se quedan y adquieren el compromiso. Esta gente me recuerda a mi mismo. Hace años, iba a la deriva. Tomé muchas decisiones incorrectas, dejé pasar oportunidades que nunca se volvieron a presentar. Cometí errores dolorosos, con consecuencias que marcaron mi vida para siempre, porque la mediocridad, la apatía y el miedo me frenaban. Aún me sigue frenando en algunas cosas. En la refriega hay una regla: el que recibe un estoque, tiene la culpa, pues no se defendió correctamente. Aún me da miedo lastimar a compañeros más novatos. El miedo en sus miradas hace que mi corazón se compadezca. Desvío el golpe. Mi sensei me llama la atención. Se que cuando combata contra él, no se tentará el corazón, ni yo tampoco.
Nota: en esta ocasión, peleamos sin cascos, por lo que no lanzamos cortes a la cabeza, que valen dos puntos.
Combate a tres rounds
Antes me atemorizaba la oscuridad. Sufrí cierta cantidad de bullying. Abandoné mi sueño de ser rockstar por miedo. Comencé a estudiar guitarra, sin mucha paciencia y sin ninguna disciplina. Te vas a morir de hambre, decían y me decía a mí mismo. Me daba miedo el futuro. Tenía talento para dibujar, decidí estudiar diseño. Pero la verdadera razón es que tuve miedo de estudiar música y fracasar. No creía en mí.
Afortunadamente acerté. Descubrí una pasión que no conocía por el diseño. Comencé a ganar confianza y resiliencia. Ya antes había dejado de temer a la oscuridad. Tanto que ahora deambulo por mi casa en completa oscuridad. Dejé de sufrir bulliyng. Yo lo comencé a hacer, me gané el respeto de quienes me molestaban tras hacerle crueles caricaturas y distribuirlas entre los otros compañeros. Comencé a luchar por lo que quería. Mucho tiempo después, descubrí el marketing, mi verdadero amor. Comencé a emprender, a veces gané, a veces perdí. Me casé, Me divorcié. Desde entonces, he tenido relaciones maravillosas, y relaciones tormentosas. He sabido como disfrutar la vida vida, fluir con ella, ir en pos de mis metas. De las últimas 3 veces que he emprendido, dos he fracasado y en la última, sigo en la lucha.
Entrenando he recibido impactos en manos, codos, cabeza y abdomen. Pero he recibido heridas más dolorosas. La pérdida de mis abuelos, ser despedido después de 17 años de servicio, ser engañado por quien amaba, ser estafado por quien confiaba. He perdido la relación con mi única hija. Sin embargo, sigo en la contienda. Mi arma está lista. Cuando peleo es cuando más vivo me siento. He encontrado el sentido de la vida en la lucha, soy persistente, sé que perder no es lo mismo que ser derrotado, que uno cae en la derrota cuando decide dejar de luchar. Cada mañana me levanto y voy al combate. Cada día hay un nuevo reto, nuevos adversarios, nuevos golpes que recibir, nuevas cosas que estudiar. Mi arsenal está listo: el marketing, las ventas, el diseño. He comenzado una nueva empresa con un gran grupo de amigos y profesionistas, navegando en un terreno desconocido, el diseño de ingeniería vial. ¿Quién diría que lo iba a darle este uso a los conocimientos de geometría que adquirí en la universidad?. De esta aventura les iré contando poco a poco, junto con otras nuevas reflexiones. Será un camino emocionante, donde. parafraseando a Edward Bulwer-Lytton, haremos del diseño, ¡un arma más poderosa que la espada!
Se requiere discernimiento para transformar datos en información, dice Seth Godin. “Muchos problemas no requieren más datos para su solución, requieren más perspicacia, más innovación y mejores ojos.”
En el plano de la administración de tu negocio, como mercadólogo, creativo o diseñador, ¿Qué tanta perspicacia tienes? una medida objetiva podría ser cómo asignas tus recursos. Si, puedes alegar tal vez que esa no sea tu responsabilidad, tal vez lo sea del gerente de administración o del dueño de la empresa, si no lo eres tú.
Pongámoslo desde tu trinchera: ¿Qué medidas tomas ante tus resultados? El experto en marketing, Allan Dib, nos plantea tres escenarios:
Cuando el marketing falla
Cuando no hay medición
Cuando el marketing tiene éxito
Seguramente has estado en alguna de estas situaciones. Tus esfuerzos de marketing no funcionan, ni siquiera los mides, o, en el mejor de los casos, las cosas salen como se planean o al menos se logra cierto éxito. ¿Cuántas empresas hacen marketing (Packaging, publicidad, diseño, cualquier actividad mercadológica), y no tienen idea de si está funcionando o no? frecuentemente se tiene una idea clara de las ventas, pero… ¿Se conoce la relación entre el esfuerzo mercadológico y estas ventas? ¿Se podrían correlacionar sin lugar a dudas? ¿Cuanto tiempo se tiene haciendo publicidad porque creemos que está funcionando, sin comprobarlo? Es básicamente tirarle golpes a una piñata con los ojos vendados, como dicta la tradición en México. ¿Es la forma adecuada de dirigir el marketing de una empresa o negocio?
Dib propone acciones para cada escenario, bastante lógicas pero que casi nunca se hacen:
Cuando el marketing falla: DETENER o CAMBIAR.
Cuando no hay medición: Establecer parámetros de medición e INICIAR.
Cuando el marketing tiene éxito. Analizar, definir la razón del éxito y MEJORAR.
Estos son datos que puedes convertir en información útil, que te permitirá optimizar tu presupuesto y mejorar tus resultados. Simplemente hace falta un poco de introspección, humildad y voluntad de acción para llevarlos a cabo.
Leí Daredevil cuando estaba en secundaria y desde entonces se ha mantenido en mi top list de superhéreoes. Recientemente, se le dio un nuevo empuje al personaje al lanzar su nueva serie en Netflix. Siempre me ha encantado la manera en que marvel crea alegorías al modelar sus personajes y Daredevil no es la excepción: un héroe ciego, cuyo alter ego es abogado y que lucha por la justicia, con toda la carga dramática que conlleva, pero no es esto la razón de esta reflexión, sino la manera como Matt Murdock se vale para combatir a los villanos: un sentido radar desarrollado gracias al resto de sus sentidos incrementados. Literalmente, puede formarse una imagen de su entorno en una forma parecida a como lo hace un murciélago o una ballena mediante ondas sonoras y aquí es donde llego al punto: es posible replicar este fenómeno en cualquier persona, sin necesidad de que haya sufrido un accidente que le haya cegado y dejado superpoderes.
Dice Joan Costa: “Si, como dice la semiótica, “todo significa”, entonces ¡todo comunica!” y por lo tanto, los elementos sonoros comunican. El estudio de la semiótica, en mi formación profesional me hizo comenzar a ver signos en todo mi entorno, de tal manera que empecé a escuchar música de una manera completamente diferente. Las canciones de mis bandas favoritas ahora adquirían nuevos niveles de significación: el tartamudeo de Roger Daltrey en My generation de The Who se convierte en un símbolo del enojo y la frustración de toda una generación (aunque no existe una versión oficial que confirme que realmente fuera un efecto pensado con este fin). También reconocí como un detalle de gran realce semántico por parte de Bathory al incluir el sonido de un yunque al compás de la batería en la canción The sword en donde se narra la forja del a espada del mito de Conan el bárbaro, logrando transmitir toda una atmósfera de aventura medieval al escucharlo. En el tema instrumental Whale and wasp de Alice in chains, uno puede literalmente ver un pequeño baile entre ambos seres tan disímiles, en el que logran armonía por un momento y luego se separan, siguiendo cada uno su camino. la voz de la ballena es representada con largas y melancólicas notas de guitarra y el zumbido de la avispa con un chelo.
Con estas ideas en mente, al realizar mi tesis de licenciatura decidí proponer un spot de radio como uno de los medios. Mi tema era el fomento a la sana alimentación para la procuraduría federal del consumidor (PROFECO). El concepto de balance de la dieta que representé gráficamente con variaciones en el peso de la tipografía y la imagen, lo hice coincidir mediante el empleo de instrumentos en la musicalización del spot que transmitieran la sensación de gordura, delgadez y, el objetivo central, el equilibro en la dieta. De esta manera, logré generar imágenes que representaban los contenidos y objetivos de la campaña, sino sonidos que representaban imágenes, ¡un tema que suena realmente interesante!
Si este artículo fue de tu interés, compártelo con tus amigos y colegas y sigue mi blog pulsando el botón follow al inicio para que no te pierdas ningún post. ¡Hasta pronto!
Daniel Pink es conocido por sus libros sobre ventas, en los cuales muestra ángulos innovadores en la materia y los sustenta brillantemente mediante investigaciones académicas y experimentos sociales. Recientemente, realizó una prueba que me resultó de gran interés: cómo modificar la actitud de personas de poca educación que se estacionan en lugares reservados para personas con capacidades diferentes.
En el experimento, se eligió un lugar en una población en donde este problema se da con frecuencia. La hipótesis de pink es la siguiente: “No creo que los infractores pretendan que lo que hacen no afecte a nadie, cuando se vean frente a frente con Mac, Nancy y otros discapacitados. ya no será más un crimen sin víctima.”
Al cambiar los pictogramas comunes de exclusividad para discapacitados por gráficos en donde aparecen residentes locales del área que requieren de dichas facilidades, los conductores comenzaron a respetar dichos lugares y durante un mes de monitoreo, no se volvió a dar un solo caso. El experimento fue un éxito y Pink señala que “puede ser una solución práctica que si funcuionó aquí, puede funcionar en muchos otros lugares, con un muy bajo costo y con un efecto muy grande.”
Centrémonos en el fenómeno de diseño, más que en el social. En primera instancia, el manejo de la imagen pasa de un plano abstracto a uno netamente icónico, con lo que se logra un efecto persuasivo en la audiencia: la representación de la figura humana abstracta en una silla de ruedas no causa empatía en los conductores infractores, pero la fotografía de una persona en silla de ruedas, si. En segunda instancia, se añadió un mensaje en texto:
Think of me
keep it free.
(Piensa en mi, mantenlo libre) Seguramente la rima favorece la empatía y la toma de conciencia de los conductores. Sería interesante revisar si esta frase por sí misma, aplicada con el pictograma pudiera acercarse al resultado obtenido por la combinación fotografía-rima, pero realmente lo dudo. En este caso, creo que puede quedar demostrado el alcance de un sistema de comunicación a base de pictogramas ideales para identificar, informar y orientar pero por lo visto, en algunos casos con una limitada capacidad para persuadir a su receptor.
Si este artículo fue de tu interés, compártelo con tus amigos y colegas y sigue mi blog pulsando el botón follow al inicio para que no te pierdas ningún post. ¡Hasta pronto!
El blog de Jesús Alderete 